Óptica Libre

Los últimos días de marzo nos trajeron el sí al Estatuto de Cataluña desde el Congreso de los Diputados. Zapatero apareció a última hora exclusivamente para dar su voto afirmativo, su discurso lo debió dar ante el chófer del coche oficial. El doble escándalo se intentó maquillar con la puesta en escena de la Operación Malaya. El consistorio marbellí se convirtió en el mayor problema de España o, al menos, eso trataron de hacernos ver desde el Gobierno.

Ayer los juzgados pusieron en su sitio a tres policías cuya actuación siguen respaldando los políticos socialistas. La Justicia los manda al talego por detención ilegal, falsificación, destrucción de documentos y coacción. Les ha faltado tiempo a Rubalcaba y compañía para lanzar otra cortina de humo que trate de tapar la persecución a dos ciudadanos cuyo único delito era el de ser afiliados del Partido Popular. El Ministerio del Interior ha anunciado a bombo y platillo la presunta estafa que han sufrido un puñado de ciudadanos españoles. Afinsa y Forum Filatélico parecen ser los responsables de un engaño con los sellos como protagonistas.

Se trata del clásico negocio piramidal, un fracaso asegurado de inicio, pero nada más. Más antiguo que el Cola Cao. Lo siento por los inversores pero ¿quién da duros a cuatro pesetas? Lo realmente terrible es que Zapatero airee asuntos congelados para contrarrestar las chapuzas socialistas.

Ya pueden tener un muy buen conejo en la chistera, porque cuando las investigaciones del 11-M cojan aún más cuerpo y el escándalo sea de gigantescas dimensiones, no se me ocurre cómo van a escurrir el bulto. Y tiene toda la pinta de que será mas pronto que tarde.