Las compuertas ceden

Para los que tan sólo vemos ventajas en el sermón al uso de la lengua "vulgar"en la Misa, que se vayan a levantar poco a poco las múltiples trabas al uso del latín en la ceremonia nos llena de alegría. Para aquellos que crean que somos unos pocos trasnochados tradicionalistas recomiendo ésta encuesta del corriere della sera. El resultado sin duda le parecerá sorprendente.
Si la misa es el centro de la vida del cristiano, su correcta celebración debe ser una prioridad.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

En mi juventud tuve la suerte de viajar a diferentes países de lenguas no hispanas. En las iglesias las ceremonias me resultaban familiares; el latín nos hermanaba a todos.
Desde que el Concilio Vaticano II arrumbó el latín siento que existen muchas Iglesias, y, encima, el celebrante da la espalda al que nosotros damos la cara. Con el cambio salí perdiendo.