Coincidentes y oportunas precisiones

Benedicto XVI y el arzobispo de Pamplona han coincidido en precisar la importancia del sacramento de la penitencia.
Dice el Papa:
"Aunque existan en nuestro ministerio diversos modos e instrumentos para comunicar a los hermanos el amor misericordioso de Dios, sin embargo, en la celebración de este sacramento podemos hacerlo en el modo más completo y eminente. Cristo nos ha elegido para ser los únicos que podemos perdonar los pecados en su nombre: se trata de un servicio eclesial específico al que debemos dar prioridad"

Añade el arzobispo que:

"Los cristianos tienen que saber que el ordenamiento eclesial para recibir el perdón de los pecados en el nombre de Dios requiere la confesión personal de los pecados a un confesor autorizado por la Iglesia y la manifestación de un verdadero arrepentimiento con sincero deseo de la enmienda que nos prepara para recibir personalmente del confesor la absolución de los pecados por el ministerio de la Iglesia y en nombre del mismo Dios.

Los sacramentos son verdaderas acciones de Cristo Salvador por medio de su Cuerpo que es la Iglesia. No tenemos ningún dominio sobre ellos. Nadie puede modificar a su gusto la manera de celebrarlos sin riesgo de profanarlos y perder su fuerza santificadora. Quien actúa de esta manera comete una grave desobediencia, engaña a los fieles y hiere la comunión eclesial."

Y mira que está claro el tema. Aún así habrá quién no haga ni caso. Se engañará a sí mismo y al resto quién pretenda realizar confesiones comunitarias.

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