Salvar una vida

Voy a trabajar sobre un artículo de "El País":

Ofensiva católica en Italia para salvar los fetos de mujeres que aborten
LAURA LUCCHINI

Resurge la polémica sobre el aborto en Italia 30 años después de la aprobación de la norma que legaliza la interrupción voluntaria del embarazo. El detonante ha sido un documento firmado por los directores de las cuatro facultades de medicina de Roma -laicas y católicas-, que llaman a aplicar terapias intensivas a aquellos fetos que presenten signos de vida tras la interrupción de un embarazo, incluso aunque los padres estén en contra. Se trata de un paso más en la ofensiva impulsada por colectivos vinculados a la Iglesia católica para restringir el aborto terapéutico (el único autorizado después de las 20 semanas) ahora que los avances de la ciencia permiten mantener con vida a bebés prematuros este avance de la medicina es algo bueno, pese a lo que parece querer decir ella. El papa Benedicto XVI no ha dudado en terciar en la polémica. "Es necesario", dijo el domingo durante el ángelus, "respetar, defender y promover la vida humana tanto antes del nacimiento como en su fase final".

El documento y la intervención del Papa han caído como una bomba entre algunos para otros ha sido una gran intervención científicos y políticos. "La clase política no debe dejar que otros fijen su agenda", ha dicho la ministra de Políticas Europeas, Emma Bonino, histórica defensora del aborto. Livia turco, su colega de Salud, habla de la "insensata crueldad que representa revivir el feto contra el consenso de la madre" impedir la muerte de un niño es una insensatez según la señora ministra.

Mientras, el país está dividido entre quienes defienden la Ley 194, y quienes piden modificarla, tras el llamamiento lanzado por el director del diario Il Foglio (de la mujer de Silvio Berlusconi, Verónica Lario), Giuliano Ferrara, para una moratoria del aborto.

Según el diario La Repubblica, entre el 80% y el 90% de los nacidos antes de las 24 semanas mueren inmediatamente después del parto GROSERA MENTIRA cito: La cifra más impresionante es la de la supervivencia de prematuros que pesan menos de 499 gramos al nacer: el índice de estas criaturas en el país (USA) era de cerca del 17 por ciento, mientras que en Hospital Jackson era de 51 por ciento. Un feto de 20 semanas pesa alrededor de 500 gramos; entre el 5% y el 10% de los que son sometidos a terapias intensivas, mueren durante la cura. Entre los que sobreviven, el 95% presenta graves daños cerebrales. La probabilidad de supervivencia cuando el peso del bebé está entre los 750 y los 1.000 gramos se sitúa entre el 70% y el 80% y el riesgo de secuelas no es alto. Los más frecuentes son los trastornos menores como déficit de atención, dificultades ligeras de aprendizaje, etc. Éstas aparecen más tarde y se dan en el 10-15% de estos niños.

Pese a todo, neonatólogos y ginecólogos de varias universidades firman en el texto: "Un feto vital y extremamente prematuro debe ser tratado como cualquier persona en condición de riesgo, y asistido de manera adecuada", y esto aunque su madre se oponga Un médico está para salvar vidas, no para hacer la voluntad de la madre.

Bajo presión de la Iglesia y para evitar el caso extremo de un feto que sobreviva a un aborto terapéutico, la región italiana de Lombardia ha adoptado un protocolo que prohíbe intervenir después de las 22 semanas de embarazo. "En Francia, en Holanda y en otros países, se puede abortar mucho después de las 22 semanas, pues se utiliza una técnica que reduce los sufrimientos del feto y de la madre: se inyecta cloruro de potasio", explica Giovanni Monni, presidente de la Asociación de Obstétricos y Ginecólogos Hospitalarios Italianos. "Este procedimiento evita eventuales ensañamientos terapéuticos, inútiles, pero impuestos por nuestra ley" ¿Por qué inutiles? Las cifras demuestran que es una realidad, se pueden sacar adelante dichas vidas.

En 2005, en Italia, se celebró un referéndum sobre la fecundación artificial. El objetivo era derogar una ley que impone fuertes limitaciones a esta práctica. En aquella ocasión, la Iglesia pidió a los fieles que no fuesen a las urnas: no se logró el quórum necesario y el tema fue archivado.

"Después de este logro, el Vaticano ha pensado en hacer presión para cambiar la ley", dice Monni. "Los católicos no quieren el aborto. Ahora, gracias a los progresos de la ciencia para mantener con vida a los prematuros, quieren bajar el límite para la interrupción terapéutica del embarazo", explicó Siendo el problema de la madre que no lo quiere llevar dentro, bueno, pues una vez fuera el feto debemos luchar porque sobreviva. Si la madre no lo quiere se dará en adopción, o ¿lo que se quiere es la muerte del niño?. Según Marco Cappato, las modificaciones propuestas por el Vaticano a la ley apuntan al boicoteo. Pero el Partido Radical y varias asociaciones piden modificar la ley en sentido opuesto. "Es inaceptable que el aborto en Italia sea estatal", denunció. "Además consideramos absurdo que, en algunas estructuras, todos los médicos sean objetores de conciencia y obliguen las mujeres a viajar a otras ciudades o hasta a recurrir al aborto clandestino".


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Algunos datos más:

Por primera vez en el Reino Unido, una entidad gubernamental lo reconoce: según el informe CEMACH del NICE (National Institute for Health and Clinical Excellence, un centro de bioética utilitarista y pro-aborto ligado al gobierno) durante el año 2005 hubo al menos 16 bebés de entre 22 y 24 semanas, y otros 50 de menos de esa edad, que sobrevivieron al aborto que se les realizó y nacieron vivos. Todos estos bebés supervivientes del aborto se dejaron sin cuidar, para que murieran, abandonados por ejemplo sobre una superficie de metal frío. La mitad agonizó apenas una hora. Pero se sabe el caso de un bebé que tardó 10 horas en morir.

En 2005, el British Journal of Obstetrics and Gynaecology publicó una investigación de la doctora Shantala Vadeyar, investigadora del St. Mary's Hospital de Manchester, que recogía al menos 31 casos de bebés que sobrevivieron a abortos en la región de North-West entre 1996 y 2001. Más de la mitad tenían menos de 22 semanas. Todos fueron abandonados para que murieran, y lo hicieron antes de cuatro horas y media. Cuatro de ellos respiraban regularmente. Dos bebés jadeaban. Otros dos lloraron de forma audible.

"Ante la hipótesis de que un feto sobreviva a un aborto, hay que tutelar la vida del individuo y garantizarle todos los cuidados médicos necesarios para que siga con vida, con o sin consentimiento de la madre", dice textualmente el documento firmado por las universidades laicas La Sapienza y Tor Vergata, y las católicas Campus Biomédico y La Cattolica, durante la reciente Jornada por la Vida celebrada en Italia.

El mundo occidental es abominable por muchas razones. Solucionemos las más flagrantes.

4 comentarios:

Elentir dijo...

Excelente análisis, Rojobilbao. Una vez leído, me pregunto si alguna vez El País dirá la verdad sobre algún tema, o publicará algo sin haberlo manipulado a conciencia y de forma torticera.

Anónimo dijo...

Los pelos de punta.

Anónimo dijo...

Si viérais en Italia los carteles que pegan algunos partidos políticos por las calles defendiendo la vida de los fetos os pondríais a llorar de pensar en el asco de políticos cobardes que tenemos en España

Anónimo dijo...

Una vez más, excelente!