Liberalismo y catolicismo

Ya resalté en su día algo leído por ahí:

En pocas palabras, estamos aprendiendo a golpes que las virtudes como prudencia, moderación, frugalidad, honradez, humildad y ser respetuoso con las promesas –por no mencionar el deseo de no hacer a otros lo que uno no quiere que le hagan a uno mismo– no son accesorios opcionales en las sociedades que valoran la libertad económica. Para que los mercados funcionen y se mantengan las apropiadas limitaciones al poder del Gobierno, se necesita una reserva de capital moral.

Hoy leo algo dicho por Benedicto XVI:

Con un conocimiento estupendo de las fuentes y con una lógica coherente, analiza la esencia del liberalismo partiendo de sus fundamentos, mostrando que a la esencia del liberalismo pertenece su enraizamiento en la imagen cristiana de Dios: su relación con Dios, de quien el hombre es imagen y de quien hemos recibido el don de la libertad.


(...)

De la contribución acerca del significado de todo esto para la crisis contemporánea de la ética encuentro importante lo que usted dice sobre la parábola de la ética liberal. Muestra que el liberalismo, sin dejar de ser liberalismo sino, al contrario, para ser fiel a sí mismo, puede enlazarse con una doctrina del bien, en particular con la cristiana que le es congénere, ofreciendo así verdaderamente su contribución a la superación de la crisis.

4 comentarios:

Elentir dijo...

Menudo cabreo que van a coger Manuel María Bru y Juan Manuel de Prada cuando te lean... :-)

En fin, este Papa me sorprende cada vez más... y para mejor.

Anónimo dijo...

El título debería ser Liberalismo y cristianismo, pues no es una cuestion privativa del catolicismo. Donde queda la etica protestante? Dime.

octopusmagnificens dijo...

Lo que diga el jefe de vuestra secta. Tenéis que obedecer. Ya lo dijo San Ignacio de Loyola: "Debemos siempre tener para en todo acertar, que lo blanco que yo veo, creer que es negro, si la Iglesia jerárquica así lo determina".

Uno podría decir eso de que "dais miedo", pero no debéis dárnoslo por fanáticos que seáis. Hay que ser fuerte y estar preparado para enfrentaros con los medios que sean necesarios.

rojobilbao dijo...

Anónimo: el Papa y yo somos caólicos y habalmos preferentemente a los católicos cuando la religión se mezcla con otro temas. El protestantismo no se dónde queda. NO ME INTERESA.

Octpus, en ciertos temas lo que la Iglesia determina es la realidad piense yo lo que piense. Pero son pocos temas y muy concretos. En todos los demás (y mira que son miles) existe la libertad ABSOLUTA de discutir, debatir, contradecir...

Y ¿dar miedo? ¿yo? no se lo doy ni a mi hijo, te lo voy a dar a tí.