Yo quiero ser un Rockefeller

Una maravilla de artículo:

“No me comprendiste en nada” le contesté. “Tú tienes la libertad de hacer lo que quieras y de creerte lo que quieras. Puedes fingir ser lo que quieras fingir. Y eso es lo que harás, si decides operarte y tomar hormonas: fingir. Nunca serás una mujer. Por mucho que lo diga tu nueva documentación y los implantes de silicona que quieras ponerte. Por mucho que te animen los demás y te sigan la corriente, y te digan que eso es normal y bueno hoy día. Seguirás siendo un hombre. Un hombre que prefiere a los hombres, si quieres. Pero ten en cuenta que, por mucho que te disimules, por mucho que cambies tu comportamiento, eres un hombre y lo que haces no es descubrir tu “lado femenino”; estás negándote a ti mismo. Estás en tu derecho de hacerlo, pero no puedes exigir a los demás que crean que eres lo que nunca podrás ser.”

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Tú siempre viviendo al límite. Mira que eres incendiario... :)

Anónimo dijo...

la intolerancia es la cuna del odio. Dejemos de juzgar a otros, especialmente por canones establecidos por la puta religion

Anónimo dijo...

No aciertas ni borracho. El odio es la cuna de la intolerancia. Y tú eres un ejemplo claro.

Anónimo dijo...

Seleucus,

Te equivocas. El odio no existe por si sino por divergencia de ideologia e intolerancia hacia los que piensan de otra forma.

Anónimo dijo...

La intolerancia se puede manifestar en odio y el odio en intolerancia asi que lo mismo da que da los mismo. Lo que esta claro es que al articulo muestra una actitud discriminatoria hacia un grupo determinado de personas pretendiendo poseer la verdad. Me imagino que el adjetivo "maravilla" es en este caso sarcastico ya que es una muestra clara de intolerancia y de odio

rojobilbao dijo...

anónimo, el artículo no muestra actitud discriminatoria a grupo alguno,se limita a decirle al rey que va desnudo, que da lo mismo lo que le digan los súbditos, va desnudo.