Interesante reflexión electoral

En mi caso particular, no he podido localizar partido alguno cuyo programa no me provoque arcadas. No los culpo, porque mis exigencias, aunque sencillas, no son precisamente el pasaporte a la popularidad: abolición de las autonomías, ilegalización del aborto, prohibición de cualquier tipo de subvención, sufragio censitario sólo para los que pagan impuestos directos y sus cónyuges y libertad para elegir educación, sanidad y sistema de pensiones privados o públicos son los ejes centrales de mi propuesta programática... y el pasaporte más directo al suicidio político de cualquiera que la defienda en una sociedad tan colectivista como la nuestra.

Eso nos pasa a los de derechas, conservadores a fuer de liberales, porque los rojos están cojonudamente representados. Ellos tienen, y lo digo con sana envidia, una constelación de formaciones que van desde los que exigen la implantación de la dictadura del proletariado y los sóviets a los que tienen un cierto toque milenarista, con energías positivas, altermundismo y sentimentalismos varios.


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