Huguet, a ver si te atreves, noi
Huguet, el consejero catalán de comercio, turismo y consumo se quiere cargar las figuras de flamencas y toros que se venden en las tiendas de Las Ramblas de Barcelona. ¿La razón? Dice que no son estrictamente catalanas. Quiere el liberticida independentista, así, poder "impulsar la artesanía catalana".
Los franceses, americanos, japoneses y mexicanos que visitan en gran número la Ciudad Condal aplauden con los pies de alegría. ¡Por fin la nunca bien ponderada artesanía catalana al alcance de cualquiera! Los empresarios de los comercios de Barcelona ya tienen quién les diga en qué tienen que arriesgar su capital, seguro que sus ventas aumentan con la llegada de la prohibición. Los caganers de porcelana y las masías de loza son la solución. Y ellos sin enterarse. Ni sus hijos ni sus nietos tendrán que trabajar nunca, millonarios desde la cuna. Qué suerte...
Supongo que resuelto el preocupante futuro de la artesanía y los comercios de souvenirs, el consejero Huguet mirará por la restauración, la moda, la música y el folklore entre otros. Tendrán que hacer las maletas McDonalds, El Corte Inglés, las óperas de Wagner y Puccini del Liceo y la Feria de Abril de Hospitalet, que por cierto ya supera en tamaño a la de Sevilla. Y surgirán como setas negocios de emparedados de butifarra, El Corte Ampurdanés (el rey de la barretina), los incomparables Guinjoan y Monsalvatge sonarán en el Liceo y la nueva Fira del Onze de Septembre llenará las calles de castellers y sardanas a ritmo de dulzaina. Cataluña más rica, en definitiva. ¿Para cuándo estas medidas Stalinet?
Los franceses, americanos, japoneses y mexicanos que visitan en gran número la Ciudad Condal aplauden con los pies de alegría. ¡Por fin la nunca bien ponderada artesanía catalana al alcance de cualquiera! Los empresarios de los comercios de Barcelona ya tienen quién les diga en qué tienen que arriesgar su capital, seguro que sus ventas aumentan con la llegada de la prohibición. Los caganers de porcelana y las masías de loza son la solución. Y ellos sin enterarse. Ni sus hijos ni sus nietos tendrán que trabajar nunca, millonarios desde la cuna. Qué suerte...
Supongo que resuelto el preocupante futuro de la artesanía y los comercios de souvenirs, el consejero Huguet mirará por la restauración, la moda, la música y el folklore entre otros. Tendrán que hacer las maletas McDonalds, El Corte Inglés, las óperas de Wagner y Puccini del Liceo y la Feria de Abril de Hospitalet, que por cierto ya supera en tamaño a la de Sevilla. Y surgirán como setas negocios de emparedados de butifarra, El Corte Ampurdanés (el rey de la barretina), los incomparables Guinjoan y Monsalvatge sonarán en el Liceo y la nueva Fira del Onze de Septembre llenará las calles de castellers y sardanas a ritmo de dulzaina. Cataluña más rica, en definitiva. ¿Para cuándo estas medidas Stalinet?
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