La filosofía del Athletic y su evolución.

Interesante artículo.

(...)Tanto es así que algunas de las interpretaciones más radicales -hasta integristas, podría decirse- de la filosofía rojiblanca respecto a la contratación de jugadores se adoptaron en una época -los años cincuenta- en la cual los rectores del Athletic no eran precisamente sospechosos de ser nacionalistas vascos. El caso más conocido es el de Chus Pereda, que luego triunfaría en el Barcelona y en el Sevilla. En el Athletic, en cambio, no pudo hacerlo a pesar de haberse forjado como jugador en Balmaseda y de haber sido incluso capitán de la selección vizcaína sub 16. La directiva presidida por Enrique Guzmán no se lo permitió. ¿El motivo? Que había nacido en Medina de Pomar (Burgos). Y qué decir de Miguel Jones, nacido en Guinea pero criado en Bilbao. Pasó del Indautxu al Atlético de Madrid y no hay noticia de que en Bilbao se alzara alguna voz reclamando su fichaje.

Parece evidente que Chus Pereda y Miguel Jones sí jugarían hoy en el Athletic. Es más, ni siquiera se discutiría sobre ello. ¿Qué es lo que ha ocurrido? Pues que la filosofía ha ido cambiando; en realidad, ha ido adaptándose a las necesidades deportivas cada vez mayores del equipo.(...)

1 comentarios:

Anónimo dijo...

GARCÍA Y MACUA

José María García, hijo de García, no tiró de su apellido materno porque creía que con tres nombres era suficiente para identificarse. Y gracias a su valía llegó a conocérsele como superGarcía.

García podría derivarse del vascuence Hortza, Artza o Hartze. Según Menéndez Pidal, el primer conocimiento que se tiene de él data del 789 , después de Cristo, por supuesto, y fue en Navarra.
Quizá por aquello de que “Nabarra Euzkadi da” (Navarra es Euzkadi) el nacionalista Fernando García Macua, aspirante a la presidencia del Athletic Club de Bilbao, quiere su integración en Euskal Herría. Pero como no cree en la vasquidad del apellido de su progenitor no se olvida del de su madre y de su tío, el que fuera diputado general de Vizcaya. Hay quien le llama Macua, y él se deja. Y este acomplejado pretende dirigir el club.

La masa descarga las frustraciones gritando en el estadio porque no hay donde hacerlo contra los políticos; a estos sí que había que sacarles del campo de juego.
Para ir al fútbol no hay necesidad de pasar por las urnas y sobre todo con esta terna de baratitos.

La libertad está para elegir cuando haya donde elegir.