Entre bomberos...

Existe un problema con el ascensor que lleva al bilbaino barrio de Arangoiti. Muchos vecinos piden que la explotación deje de ser arrendada a una empresa privada y se encargue una pública (hay que ver lo tonta que es la gente, pagarán más por un servicio similar).

¿Qué dice el munícipe por excelencia? Sabemos que nosotros somos contingentes y que sólo él es necesario, pero resulta vergonzante escuchar o leer lo siguiente:

"si el ascensor de Arangoiti fuese de Cáritas o de la Misericordia, lo haría municipal, pero es del Gobierno vasco, por lo que los ciudadanos piden a la institución más débil que cojamos el elevador"

Sepan queridos lectores que la Santa Casa de la Misericordia es una institución bénefica con cierta dependencia municipal, pero en la que el ayuntamiento no puede cambiar sus estatutos o manejar sus bienes a su arbitrio, y lo que es peor, Cáritas no tiene nada de público. ¿Qué pasa señor alcalde, sólo es valiente para meter mano en el bolsillo privado? ¿Al gobierno vasco no le mete mano?

1 comentarios:

Anónimo dijo...

O sea que lo importante es el tono de la denuncia, no el hecho cierto de que ha habido quien se ha dedicado (y todavía se dedica) a defender a asquerosos terroristas condenados...

Bien.