Las multas están para cobrarlas, no para pagarlas.

Uno de los episodios identificados en la denuncia hace referencia a un vehículo policial camuflado asignado a un funcionario civil, pese a que no es agente de la autoridad y, por lo tanto, no puede realizar ningún tipo de actividades vinculadas con la seguridad. El 31 de diciembre de 2004 la Policía Municipal de Bilbao le multó por aparcar en una zona reservada a minusválidos en el centro de la capital, a las cuatro de la tarde. Cuando la multa llegó a la Policía científica, sección en la que está asignado, la jefatura aseguró que su actuación estaba justificada puesto que estaba realizando «actividades propias de la Policía científica» y emitió un informe para que no se le multase. En ningún momento se detalla cuáles podrían ser esas actividades. El mismo vehículo asignado al funcionario -un contratado laboral- acumula sanciones por valor de 3.395 euros entre 2004 y 2006.


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