Libros. Mercado libre

Como ocurre con la energía nuclear, confío en que la opinión pública vaya cambiando su absurda postura contraria al precio libre de los libros. Os enlazo un magnífico artículo de Amadeo Petitbo.

La pregunta es simple: ¿por qué en unos casos fijar los precios de venta es lícito y en otros ilícito? La respuesta es obvia: porque en el caso del libro, al estar dicho producto abrigado de la competencia, su ineficiente regulación ampara dicha fijación y en el caso de la cerveza dicho producto está sometido a la presión de la competencia, sobre todo internacional. En otros términos, en el caso de la cerveza el precio tiende a depender de las presiones competitivas y en el caso de los libros no sucede así.

En el mercado de la cerveza se pueden obtener descuentos elevados y en el mercado del libro no. En el primer caso, el consumidor puede aprovecharse de las vibraciones competitivas y en el caso del libro no puede, sencillamente porque no existen.


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