Cocineros robados, y yo, ni lloro

Los restaurantes de Juan Mari Arzak, Pedro Subijana y Gorka Ortega son asaltados de manera similar.

Pedro Subijana, cuyo restaurante Akelarre sufrió un robo la noche del 31 de julio al 1 de agosto, aún se muestra dolido por lo sucedido, a pesar de que ya han transcurrido diez días desde que un grupo de personas entró de manera violenta en su establecimiento. El daño material y, sobre todo, anímico ha sido importante. «Rompieron todo lo que podían romper», afirma Subijana. Según relata el cocinero, se llevaron la caja fuerte, el dinero de las propinas de los empleados y una caja con cambio para los pequeños pagos. Los ladrones sabían lo que hacían. «Sólo buscaban dinero en metálico», nos asegura el chef.

Recordatorio para olvidadizos:

Los cocineros vascos Subijana y Arzak declararon en la Audiencia Nacional el 18 de octubre de 2004 en calidad de imputados por un delito de colaboración con banda armada ante el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu. Arguiñano, por su parte, acudió a prestar declaración como testigo.

A la salida de la declaración, Subijana pidió "respeto" en su nombre y en el de sus compañeros -Arzak, Martín Berasategui y Karlos Arguiñano- acusados por el presunto etarra José Luis Beotegui de hacer sido extorsionados por la banda terrorista a través del denominado "impuesto revolucionario".

Beotegui aseguró en sus declaraciones ante la Guardia Civil y el juez Andreu que envió cartas de extorsión en nombre de ETA solicitando a cada uno de los cocineros 72. 000 euros. Según el presunto etarra, sólo Arzak y Subijana pagaron 36. 000 euros cada uno a la banda terrorista.

1 comentarios:

Espectador dijo...

El heroísmo "más allá del deber" puede esperarse de los militares, pero no es exigible a la gente común. Habría sido más gallardo que se hubieran negado al chantaje o que hubieran cerrado sus locales y marchado lejos, explicando la razón de ello, pero al fin y al cabo ser cocinero famoso y ser valiente no tienen nada que ver.

Si estos asaltos tiene algo que ver con el mundo abertzale, demuestran que pagar el impuesto revolucionario no garantiza nada. Si los asaltantes no tiene nada que ver, demuestran que los cachorros de ETA son una vergüenza como "protectores". Al menos los terroristas del IRA solían ejecutar a los que se dedicaban a la extorsión o el robo por su cuenta en el Ulster, y Al Capone hacía lo mismo con las bandas rivales en Chicago.

Por otro lado, si se juzga y condena a los que han plegado al chantaje de ETA, ¿no habría que juzgar al Gobierno en pleno de ZP por su cesión ante los piratas somalíes? Sin hablar de la rendición ante ETA, claro.