La Casa Real: patinazo y mentira
Los príncipes de Asturias han decidido conservar células madre de su hija la infanta Leonor en un banco privado de sangre en Arizona, de esta forma la pequeña Leonor podrá hacer frente, con mayores garantías, a posibles enfermedades en el futuro.
La decisión ha hecho correr ríos de tinta en la prensa nacional y yo no me he querido sustraer de dar mi opinión. La utilización médica de células madre me parece muy bien porque amén de servir de ayuda a la vida de los enfermos, respetan la vida con mayúsculas, a diferencia de lo que permite la nueva Ley Mengele aprobada días atrás en el Parlamento. Dicho esto, no estoy de acuerdo con la decisión de los príncipes.
En España no existen bancos privados de células madre umbilicales, la ley los prohíbe expresamente. Sí existen, en cambio, bancos públicos para la conservación de dichas células en el caso español, aunque su funcionamiento es más altruísta. El banco se nutre exclusivamente de donaciones que son destinadas a quienes lo necesiten, en ningún caso para un uso propio. Por esto mismo me parece que Felipe y Letizia se equivocan. No deberían haber salido al exterior a buscar lo que no se permite en casa, no como representantes de todos los españoles y menos con la utilización del Presuesto General del Estado. Pagado por todos. Un real patinazo.
Ante la magnitud de la noticia La Casa Real se ha justificado declarando que el equipo médico que atendió el parto propuso a los príncipes de Asturias llevar a cabo esta práctica y que ellos habían aceptado. La justificación, lejos de eximirles de responsabilidad, pretendía servir para que escurrieran el bulto y la patata caliente pasara a manos de la Clínica Ruber.
Hoy se ha sabido que, al parecer, La Casa Real ha mentido a los españoles. Por mi parte se les terminó el crédito. Que reconozcan el embuste y pidan disculpas. Si no, que entre la república.
La decisión ha hecho correr ríos de tinta en la prensa nacional y yo no me he querido sustraer de dar mi opinión. La utilización médica de células madre me parece muy bien porque amén de servir de ayuda a la vida de los enfermos, respetan la vida con mayúsculas, a diferencia de lo que permite la nueva Ley Mengele aprobada días atrás en el Parlamento. Dicho esto, no estoy de acuerdo con la decisión de los príncipes.
En España no existen bancos privados de células madre umbilicales, la ley los prohíbe expresamente. Sí existen, en cambio, bancos públicos para la conservación de dichas células en el caso español, aunque su funcionamiento es más altruísta. El banco se nutre exclusivamente de donaciones que son destinadas a quienes lo necesiten, en ningún caso para un uso propio. Por esto mismo me parece que Felipe y Letizia se equivocan. No deberían haber salido al exterior a buscar lo que no se permite en casa, no como representantes de todos los españoles y menos con la utilización del Presuesto General del Estado. Pagado por todos. Un real patinazo.
Ante la magnitud de la noticia La Casa Real se ha justificado declarando que el equipo médico que atendió el parto propuso a los príncipes de Asturias llevar a cabo esta práctica y que ellos habían aceptado. La justificación, lejos de eximirles de responsabilidad, pretendía servir para que escurrieran el bulto y la patata caliente pasara a manos de la Clínica Ruber.
Hoy se ha sabido que, al parecer, La Casa Real ha mentido a los españoles. Por mi parte se les terminó el crédito. Que reconozcan el embuste y pidan disculpas. Si no, que entre la república.
4 comentarios:
La dinastía se marchita sóla y la savia nueva que debieran aportar los consortes acelera la debacle.
Patinazo de ABC
Sanidad de Calidad = Clinica Ruber
Es que Leonor es sorda, dicen.
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