Si se quiere, se puede


Una bocanada de aire fresco nos ha venido desde Cataluña. Espada, Boadella y Azúa, como cabezas visibles, han dado un paso adelante, valiente, y nos han demostrado que son muchos los que esperaban la convocatoria para responder a la llamada. Ciudadanos de Cataluña es una realidad.

En el País Vasco somos muchos los que aplaudiríamos la formación de un partido de similares características, sobre todo porque las condiciones socio-políticas son aún más pobres. Los nombres de Nicolás Redondo Terreros y Rosa Díez surgen de forma natural cuando se piensa en la posibilidad, pero se me antoja complicado. El primero, apartado de la vida política diaria, está centrado en su despacho profesional y, la segunda, al día de hoy, sigue pagando sus facturas gracias a su acta de eurodiputada del PSOE. Quizá la siempre combativa Gotzone Mora podría encajar.

En cualquier caso, en Cataluña ha sido gente sin pasado político profesional la que se ha animado a la aventura de defender sin ambages la Constitución Española. ¿Cuenta el País Vasco con ciudadanos dispuestos a empresa parecida? Sólo el tiempo lo dirá. Mi amigo Guillermo, desde su exilio voluntario de Madrid, me hace una aguda observación. Si se fundara Ciudadanos de Euskadi, al traducirlo al vascuence sería... ¡Euskal Herritarrok! ¡Pardiez! Habría que buscar otro nombre. Eso es lo de menos. Lo interesante sería comprobar si en este País Vasco que tanto tiempo lleva en la UVI, queda alguien con intención de llevar al enfermo a planta.

Además del PP de San Gil, por supuesto.

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