Oportunidad perdida
Mariano Rajoy ha dejado pasar una oportunidad histórica. El balance final de la Convención Nacional del PP ha sido descorazonador. Cuando se vive el peor momento de la España democrática, cuando todo el espectro político nacional se empeña en mandar al país y la Constitución al contenedor, el PP saca el disfraz de partido de perfil bajo y no ofrece soluciones ni esperanzas a tanto español dolido como hay.
Como viene siendo tristemente habitual, la derecha española se avergüenza de sus posibilidades y se embarulla en un discurso plano y centroide. Pasa por alto la oportunidad de cantar a los cuatro vientos la disección de una España enferma y lejos de proponer un decálogo para intervenir de urgencia al paciente, se llena la boca de tópicos, cerrando el fin de semana en falso.
Media España está loca por seguir a un Moisés en esta travesía del desierto, pero Mariano no tiene claro cómo emprender la marcha. Subestima al Egipto que tiene preso a su pueblo y cree que no hace falta cruzar el Mar Rojo. Ahí está la cuestión, que el mar cuyas olas nos golpean a diario es rojo y bravo. Mas Mariano no está presto y nos presenta unas tablas que no suman diez mandamientos.
Confiar en la debilidad del contrario para ganar las batallas demuestra poca responsabilidad y menos vista. A la guerra se va armado hasta los dientes y con las ideas bien claras, a eso se le llama responsabilidad de Estado. Y Mariano no la tiene en la dosis necesaria. Si no, al tiempo.
Aguirre, calienta, que sales.
Como viene siendo tristemente habitual, la derecha española se avergüenza de sus posibilidades y se embarulla en un discurso plano y centroide. Pasa por alto la oportunidad de cantar a los cuatro vientos la disección de una España enferma y lejos de proponer un decálogo para intervenir de urgencia al paciente, se llena la boca de tópicos, cerrando el fin de semana en falso.
Media España está loca por seguir a un Moisés en esta travesía del desierto, pero Mariano no tiene claro cómo emprender la marcha. Subestima al Egipto que tiene preso a su pueblo y cree que no hace falta cruzar el Mar Rojo. Ahí está la cuestión, que el mar cuyas olas nos golpean a diario es rojo y bravo. Mas Mariano no está presto y nos presenta unas tablas que no suman diez mandamientos.
Confiar en la debilidad del contrario para ganar las batallas demuestra poca responsabilidad y menos vista. A la guerra se va armado hasta los dientes y con las ideas bien claras, a eso se le llama responsabilidad de Estado. Y Mariano no la tiene en la dosis necesaria. Si no, al tiempo.
Aguirre, calienta, que sales.
2 comentarios:
uff, un pelín facha tu ¿eh? a calmarse que la violencia es muy mala.
Keikai, yo encuentro muy sólido el post. De facha no veo nada. Ante la percepción de que España se rompe reclama al lider de la opsoción agallas para ganar las eleciones bajo la bandera de la unidad de la nación. Las citas bélicas no son sino analogías.
Si lo que quieres decir es que encuentras al autor afirmando su "derechismo" dilo así, pero utiliza una terminología adecuada.
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