Óptica Libre

Los resultado definitivos (faltaba por contar el voto de militares y diplomáticos en el extranjero) han resultado una sorpresa agradable. Los precedentes auguraban una mejora de los partidos de la derecha. Se ha cumplido a medias. Ha mejorado la derecha liberal y más laica.

Likud gana un escaño, que sirve para frenar su caída y dar un poco de oxigeno a su cuestionado lider Netanyahu. Lo pierde un partido árabe, que no ejerce como israelí sino como palestino.

Kadima, el gran vencedor, gana otro, que legitima aún más su primacía (21,9%) y aúpa a Olmert como primer ministro. Lo pierde el Shas, el partido de los rabinos sefarditas. Les resta algo de fuerza, lo que no es malo, debido a su caracter excesivamente religioso. Pese a ésto siguen siendo el tercer partido de la cámara, un gran resultado.

La izquierda laica de Meretz gana uno y ve como lo pierden los excesivos muchachos del Israel Beiteinu. Partido derechista y nada liberal.

Lo que resulta de todo este nuevo movimiento es que el Likud se refuerza algo y que la legislatura se les va a hacer muy larga. Olmert no va a tener excesivos problemas para gobernar. Se le han dado los instrumentos que pedía. Gobernará con los laboristas y con alguien más. Veamos si con el Shas, con los pensionistas o con quién.