Todo serrín


El hombre de paja del cuento del mago de Oz, tenía una virtud por encima del resto. Era consciente de que no tenía cerebro, por lo que le faltaba inteligencia y al menos sabía cómo poner remedio a su problema. En la vida real, nada más peligroso para uno mismo, que ser hombre de paja y creerse un superdotado autónomo.

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