Corpus Christi
Hoy, día del Corpus, me parece oportuno comentar dos cosas.
La primera es referente a una carta al director leída el martes en "la gaceta de los negocios". Nos hablaba la carta de un médico abortista de nombre Nathason, que tras años de práctica y miles de muertes causadas por su mano, ha abandonado tal práctica indigna de un médico y, además, se ha convertido al catolicismo. Para la que escribía tal carta y para mí, lo sorprendente fue enterarse que durante 20 años una monja mejicana rezó diariamente para que abandonase tales prácticas. Dejó de hacerlo hace poco al enterarse del cambio sustancial en la vida de tal doctor. La oración es algo bueno, muy bueno, y la vida contemplativa (que celebramos el domingo pasado) algo muy necesario.
El segundo asunto es la diferencia de cerebros que encuentro entre dos brasileños. Por una parte el bombón (y poco más) Giselle Bundchen, quien critica a la Iglesia por su postura ante el aborto y los contraconceptivos al grito de "hoy nadie llega virgen al matrimonio". Frente a ella está Kaká, un joven futbolista que con la ayuda del Señor y mucho esfuerzo lo ha logrado. Lo podía tener todo y se esforzó por tener lo que más quería. Giselle, tu compatriota te ha callado. Sigue desfilando, pero en silencio.
La primera es referente a una carta al director leída el martes en "la gaceta de los negocios". Nos hablaba la carta de un médico abortista de nombre Nathason, que tras años de práctica y miles de muertes causadas por su mano, ha abandonado tal práctica indigna de un médico y, además, se ha convertido al catolicismo. Para la que escribía tal carta y para mí, lo sorprendente fue enterarse que durante 20 años una monja mejicana rezó diariamente para que abandonase tales prácticas. Dejó de hacerlo hace poco al enterarse del cambio sustancial en la vida de tal doctor. La oración es algo bueno, muy bueno, y la vida contemplativa (que celebramos el domingo pasado) algo muy necesario.
El segundo asunto es la diferencia de cerebros que encuentro entre dos brasileños. Por una parte el bombón (y poco más) Giselle Bundchen, quien critica a la Iglesia por su postura ante el aborto y los contraconceptivos al grito de "hoy nadie llega virgen al matrimonio". Frente a ella está Kaká, un joven futbolista que con la ayuda del Señor y mucho esfuerzo lo ha logrado. Lo podía tener todo y se esforzó por tener lo que más quería. Giselle, tu compatriota te ha callado. Sigue desfilando, pero en silencio.
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