Ni tanto ni tan calvo

A un amigo le han traído de New York un Trolex de 50 dólares. Está encantado. Es dorado y muy fardón. La pega es que cada día se le retrasa entre un minuto y dos. Es lo que tiene querer ser lo que no se es. Ni Michael Jackson es blanco ni mi amigo tiene un duro.

Por otra parte me entero que unos físicos han logrado hacer un reloj que no se retrasa ni un segundo en 200 millones de años. Me parece complicado asegurar tanto la duración de la exactitud, pero no voy a discutirla. El récord estaba en un reloj que no se retrasaba en 80 millones de años; pulveriza el récord, pero no sé si sirve de demasiado, por mucha utilidad espacial que se le quiera dar.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Tengo un reloj sencillo donde compruebo mi puntualidad a las citas. Las personas hemos de ser formales, más que los relojes.

Anónimo dijo...

Para ciertas medidas es necesaria esa precisión y toda la que puedas dar. La exactitud en la medida del tiempo es esencial para cierto tipo de experimentos.