Todo un señor

Leo estupefacto:

“Me hubiese venido bien que Manolo Lama se hubiese muerto en 1987”, ha dicho el técnico. Javier Clemente aludía a un accidente de tráfico que sufrió el presentador aquel año, “en plena guerra mía con ellos”. Y añadió: “no se mató por el canto de un duro”. Además, ha dicho: “Estuvo en la UVI igual 15 días, estuvo más para allá que para arriba”. Según explica Clemente, le mandó un telegrama al periodista en el que le decía que sentía mucho lo de su accidente, aunque no coincidiera con él. Ahora dice que se arrepiente de aquellas palabras. “¿Sabes hoy lo que pensaría? Lo que a mí me hubiera venido muy bien, es decir, Clemente en plan egoísta, pues que en el año 87 hubiera palmado”.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Apoyo total a Clemente.

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo con Clemente. No entiendo además cual es el problema en que lo diga. El corporativismo de nuestra prensa es lamentable.

Anónimo dijo...

Hombre, está feo desearle la muerte a nadie, y mucho menos cuando el señalado no es ningún monstruo genocida ni nada parecido, sino un simple periodista. Lo que ocurre en este país es que nos hemos pasado de rosca en cuanto a liberales y nos creemos que todo vale. Ese es el problema de la libertad, que si se pone en la cúspide de los valores entonces no hay manera razonable de limitarla. Todo se vuelve o blanco o negro y no hay quien distinga una respetable crítica de un exabrupto intolerable. Esa exaltación de la libertad acaba endureciendo la convivencia porque aconseja resolver los conflictos de la manera más radical, que es la que suele apetecer a las ganas.