Aún es noticia (y por ello anormal)


Hace un par de años algo así, que unos militares engalanasen la cruz del Gorbea (mito sexual-patriótico del nacionalismo vasco más montañero) sería impensable. Hoy día es muy raro. En breve no dejará de ser sino un acto intrascendente y sin repercusiones, espero.

4 comentarios:

Embajador dijo...

¡Coño, la de la gaseosa! (lo siento no he podido evitarlo)

¿Que repercusiones ha tenido?

rojobilbao dijo...

El PNV en boca de su portavoz oficial (el diario DEIA) ha puesto el grito en el cielo. Ladran Sancho...

a.gil dijo...

Esto no tiene arreglo, señor Gil –me dijo Paco el portero- y menos con Zapatero. A usted puedo confesarle, vivíamos mejor con Franco. Políticamente trato de pasar desapercibido; hojeo todos los periódicos que llegan para que no me identifiquen y colecciono sellos, que es mi entretenimiento universal, lo cual me sirve para estudiar las naciones y compararlas. Mire esto, la Eiffel del Gorbea politizada.

- Quienes la han distinguido con el fajín han marcando su pequeño territorio, como los animales; luego vendrán los otros. Los montañeros de altura clavan su insignia en el Everest. La torre Eiffel está coronada por antenas de radio; la torre del monte Gorbea no tiene nombre, es la cruz del Gorbea. ¿Qué pasará cuando los revolucionarios abertzales, en su obsesión por eliminar los signos religiosos reparen en la coronación del monumento?

Para que un pueblo abandone las ideas obscenas necesita que purgue el cuerpo; una peste incontrolada que lo diezme, por ejemplo; podría haber sido la gripe X. ¡Qué ironía! que las muertes sirvan de salvavidas.
No podemos comparar lo presente con lo venidero, por desconocido; pero sí con lo vivido. El futuro es plural porque no sale como nos lo imaginamos, como nos lo auguran, como nos lo prometen. Antes o después, por turnos, se produce la insatisfacción general. La Constitución cerró el libro de reclamaciones franquistas y se abrió el nuevo. Aquí están todos: independentistas, terroristas, asesinos, bandas armadas, ladrones con arma blanca, ladrones de guante blanco, ladrones con jeringuilla, ladrones de tirón, ladrones de coches, ladrones de ancianos, ladrones de sexo (violadores y pederastas), ladrones de niños, políticos, islamofilistas, especuladores, narcos, garzones, abortistas, doctormontescos, sindicalistas, botineros, curaboffistas, educacionistas iletrados, mariantoniaiglesistas, intermediarios, alborotadores, graffiteros, proxenetas...

Con Franco no hablábamos de política interior, de esto se encargaban los libros que entraban por los Pirineos. Los sueldos daban para pagar la renta del piso, era habitual el pluriempleo y los impuestos moderados. Había seguridad ciudadana a cualquier hora y en todo lugar. Portales abiertos y comercios sin persiana. Los jueces y los maestros demostraban su preparación judicial y académica. Se respetaba a los mayores, al maestro y lo ajeno, por educación o por miedo. Ahora tememos a los asesinos, a los ladrones, a los violadores, a los políticos, los impuestos, los sueldos que decrecen y el paro que no para.
Con Zapatero vamos para abajo y con los terroristas para arriba catapultados por las bombas-lapa y las bombas-tren.
- ¿No cree usted que se está armando la de Dios?
- Hasta mañana, Paco.
- Que Dios le oiga.

rojobilbao dijo...

Feliz regreso señor Gil.