El Nobel de literatura
Etiquetas: aborto, liberalismo
Vargas Llosa ha sido premiado como todo el mundo sabe (excepto el chino disidente premio nobel de la paz, al que no le cuentan nada, los amables chinitos de las olimpiadas y expos universales). En lo que más se insiste es en su calidad de "liberal". Para cumplir con el requisito de liberal se le pide sobre todo ser un firme partidario de libre mercado y su autodenominación como tal. Pero ¿es un liberal? Si ánimo de repartir los dichosos carnets y aceptando que haya quien lo considere como tal yo no lo hago, al menos como arquetipo, al defender el aborto, ¿puede un liberal dejar sin el derecho básico a un nasciturus?*, y apoyar vivamente a un partido como UPyD, que ni es liberal, ni lo pretende.
Pero es que además, más de un comentarista ha subrayado que resulta chocante y una alegría que la academia sueca se haya "atrevido" a premiar a un liberal fuera de la categoría económica. Dejando de lado que (supongo) que habrá premiados liberales tanto en física como en cualquiera del resto de categorías al no subrayarse sus convicciones (se les premia por su trabajo, no por sus pensamientos políticos-vitales) nótese que puestos a premiar a un liberal lo hacen a alguien que en todo lo demás pertenece al mainstream progre. Abortista, favorable al matrimonio gay, que escribe para "El País" y publica en Alfaguara. Si Vargas Llosa no es más de Prisa, sale corriendo.
En fin, algunos (que no somos tenidos por liberales) miraremos el premio desde una distancia respetuosa, sin alegrarnos en exceso, pero ni sentir pena.
*Atención al disparate que soltó defendiendo el aborto en "El País" allá por el año del Señor 1998:
Un inmenso número de mujeres se ven empujadas a abortar por ese cuarto supuesto, precisamente: unas condiciones de vida en las que traer una nueva boca al hogar significa condenar al nuevo ser a una existencia indigna, a una muerte en vida. Como esto es algo que sólo la propia madre puede evaluar con pleno conocimiento de causa, es coherente que sea ella quien decida. Los gobiernos pueden aconsejarla y fijarle ciertos límites -de ahí los plazos máximos para practicar el aborto, que van desde las 12 hasta las 24 semanas (en Holanda) y la obligación de un periodo de reflexión entre la decisión y el acto mismo-, pero no sustituirla en la trascendental elección. Ésta es una política razonable que, tarde o temprano, terminará sin duda por imponerse en España y en América Latina, a medida que avance la democratización y la secularización de la sociedad (ambas son inseparables).
5 comentarios:
Buen post, sí señor. Así te contesto aquí, que por fin saco he podido sacar un rato.
Creo que como FJL se pasó de frenada en la mudanza y está con complejo de lava culpas.
Dicho lo cual, la mejor argumentación antiaborto se la he leído a Albert Esplugas, desde una posición casi "libertian".
Por cierto, me gustan mucho lo que estás escribiendo en catolicos-on-line
Perdona las faltas de ortografía de la blackberry, y el libetian que es libertarian
Albert es anarco-capitalista a todas luces y sí su postura es netamente antiabortista y además brillante. Me separan algunas cosas de él, pero es un escritor talentoso.
Yo sí creo que Vargas Llosa es liberal, en lo económico al menos. Pero la frustración por no recibir el Nobel le fue llevando a posiciones de izquierda donde pareciera que la opinión era cuestion de gustos.
En esa lista que pones falta que Vargas Llosa es un anti-israelí furibundo. Creo que es uno de sus méritos más sólidos que hizo para el Nobel.
Permíteme que reparta un carné (que no carnet). A ti yo no te veo muy liberal, sino más bien carlista o evangélico, que diría Carmen Iglesias y hubiese dicho Pérez Galdós. De todas formas, Vargas Llosas no reparte carnés, es bastante más modesto que tú, porque claro, no está a tu altura intelectual y seguro que tampoco muy familiarizado con el mapamundi de Bilbao, prefiere el del planeta Tierra:
Because liberalism is not an ideology, that is, a dogmatic lay religion, but rather an open, evolving doctrine that yields to reality instead of trying to force reality to do the yielding, there are diverse tendencies and profound discrepancies among liberals. With regard to religion, gay marriage, abortion and such, liberals like me, who are agnostics as well as supporters of the separation between church and state and defenders of the decriminalization of abortion and gay marriage, are sometimes harshly criticized by other liberals who have opposite views on these issues.
http://www.aei.org/speech/22053
Cuando usa el término liberal, lo hace en el sentido clásico europeo continental.
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