Distributismo y salarios

El chestertoriano distributismo tiene un orgulloso y fiel seguidor en Juan Manuel de Prada. El ahora pensador más católico que nadie nos deleitó el otro día con unas sentencias del magisterio de la Iglesia según las cuales ligar productividad y salarios es contrario a dicho corpus.

1ª cita: «Se equivocan de medio a medio quienes no vacilan en divulgar el principio según el cual el valor del trabajo y su remuneración debe fijarse en lo que se tase el valor del fruto por él producido» (Quadragesimo Anno, 68).

Según esta idea todos aquellos comerciales que ganan en función de sus ventas están siendo explotados y su contratación es contraria a la sana doctrina.

2ª cita también de Pio XI que dirá sobre el salario: «alcance a cubrir el sustento del obrero y el de su familia, ajustándose a las cargas familiares, de modo que, aumentando éstas, aumente también aquél».

De manera que si quieres que te suban el sueldo o dejas embarazada a la mujer o nada. Eso sin entrar en la dificilísima tarea de designar con propiedad lo que puede considerarse como legítimas cargas familiares, como serían una escolaridad de calidad, cómo visten o cómo se alimentan, si el veraneo es necesario para su solaz y educación y tantas otras derivadas.

No voy a reprochar a los papas sus escritos más o menos afortunados. Pero sí les reprocho a aquellos que siendo evidente que tales medidas no son ni acertadas ni aplicables las alcen como banderas ante medidas que les desagradan, pudiendo idear y lanzar sus propios argumentos contra la idea de ligar productividad y salarios.

Agradezco eso sí al escritor que nos haya traido una acertada cita también del Papa Pío XI: «Y cuando los ingresos no son lo suficientemente elevados para poder atender a la equitativa remuneración de los obreros, porque las empresas se ven gravadas por cargas injustas o forzadas a vender los productos del trabajo a un precio no remunerador, quienes de tal modo las agobian son reos de un grave delito, ya que privan de su justo salario a los obreros, que, obligados por la necesidad, se ven compelidos a aceptar otro menor que el justo»

2 comentarios:

Walter E. Kurtz dijo...

Por supuesto que se refiere a cuando esas medidas sí son "acertadas" y "aplicables". La DSI no pide imposibles. Por ejemplo, cuando los directivos se pagan "bonus" anuales de varios millones de dólares mientras estafan (aunque sea "dentro" de la ley) a sus clientes y explotan a sus empleados.

rojobilbao dijo...

coronel Kurtz, no mezclemos churras con merinas. Que uno cobre más por su productividad no es malo porque a otros les den un pastón por ser productivo estafando.