En Birmania

Señores Obispos, sucesores de los apóstoles, no es momento de ponerse estupendos. Remánguense las sotanas y bajen a la arena.
Los birmanos han comenzado a aceptar que su desafío ha fracasado y que los generales han vuelto a ganar. El régimen supo calcular que si se mostraba su determinación de disparar a matar, y lo confirmaba con cadáveres en las calles, la mayoría de la población recuperaría el miedo que ha atenazado a este país durante 45 años de dictadura. El Gobierno parece haber logrado su objetivo a excepción de unos pocos manifestantes dispuestos a mantener una leve llama encendida. Los soldados rastrean Rangún calle por calle, aplastando los últimos vestigios de la rebelión y arrojando a sus camiones a los sospechosos.
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While thousands of Buddhist monks have marched on the streets to protest against Myanmar's military regime, the Catholic Church has ordered its clergy not to take part in demonstrations or political activities.

2 comentarios:

Luis I. Gómez dijo...

Témome que no moverán pieza :(

Anónimo dijo...

OBJETIVO BIRMANIA
Este es el título de una película norteamericana de 1945, dirigida por Raoul Walsh y protagonizada por Errol Flynn. Durante la II Guerra Mundial, el Mayor Nelson y sus hombres son lanzados en paracaídas sobre la jungla birmana, tras las líneas enemigas, para destruir una estación de radar japonesa.

II GUERRA MUNDIAL
El año 1942 Birmania había sido invadida por los japoneses con la ayuda del movimiento birmano “thakin”, donde permanecieron hasta 1944. Ba Maw, político birmano, primer ministro una vez que le fue concedida la independencia parcial al país (1937-1939), fue la máxima autoridad del gobierno títere birmano durante la ocupación japonesa. Durante esta etapa, Ba Maw trató de impedir que los japoneses infligieran malos tratos a la población birmana

DERECHOS HUMANOS
Las minorías étnicas de Birmania han huido durante décadas del hambre, la guerra y las torturas provocadas por uno de los regímenes militares más brutales del mundo. Pero muchas de las etnias refugiadas que estos días cruzan la frontera y llegan a la vecina Tailandia no lo hacen para esquivar las balas ni buscar comida para sus hijos, sino huyendo del conocido como el «batallón de los violadores».
El número de agresiones y la forma sistemática en la que se llevan a cabo han llevado a las organizaciones birmanas en el exilio a denunciar que la Junta Militar ha desarrollado una política de «licencia para violar» para aterrorizar a los opositores. Los desfiles organizados en los cuarteles son aprovechados para que los militares puedan escoger a sus víctimas dentro de un sistema de gratificación y entretenimiento que recuerda al creado por los japoneses durante la ocupación de Asia en la primera mitad del siglo XX.
Este régimen dictatorial birmano no se acuerda de Ba Maw e inflige malos tratos a sus compatriotas porque están haciendo de japoneses.

LA IGLESIA
Al inicio de la II guerra mundial el Papa Pio XII exhortaba a la “humanización del conflicto” y “la esperanza de paz”
En las guerras, a los soldados les acompaña el “pater” con sus armas benditas: los santos óleos y un devocionario para asistir espiritualmente a los heridos y responsar a los muertos.

La Iglesia ha venido enviando a sus ministros a tierras lejanas a evangelizar, a ayudar a prosperar a gentes carentes de conocimientos, a curar enfermos desahuciados. Ha estado y sigue en ello en la guerra y en la paz.
En Birmania, la mayoría de las personas son budistas; el resto lo componen hinduistas, musulmanes y cristianos; todos ellos necesitan ayuda humanitaria y espiritual. Cuando la Iglesia se pone en funcionamiento se la ve. La Iglesia tiene varios frentes abiertos pero ya es hora de que nos enteremos de que uno de sus objetivos es Birmania.

MURIERON CON LAS BOTAS PUESTAS
Raoul Walsh había dirigido en 1941 la película titulada “Murieron con las botas puestas”. Estos pobres birmanos, muy pobres, como caminan descalzos no morirán con las botas puestas.