La quema del Corán

Cuando uno quema un libro, lo que pretende es quemar la idea, hacerla desaparecer y en cierta medida que lo hagan los que creen firmemente en dicha idea. Por ello me parece aberrante quemar un libro. Además, cuando uno lo pretende hacer como castigo, mofa o provocación, al no hacerlo en privado, su actitud es más execrable. Peroe sta generalidad en realidad no sirve para este caso concreto. ¿Por qué no? 

Pues porque se nos ha presentado el asunto como un problema de seguridad pública. Resulta que si el pastor estadounidense quema coranes, los musulmanes se lo tomaran muy a pecho, y muchos de ellos amenazan con pasar a cuchillo a cuanto occidental (pobrecillos, creen que occidental equivale a cristiano) se encuentren por delante. Se multiplicarían así los problemas en lugares como Irak, Afganistán, Irán y demás paraísos islámicos.

De manera que se nos dice, "como respuesta al ataque del 11-S no queméis el libro sagrado de aquellos que celebraron dicho ataque pues podrían enfadarse y atacarnos más." Pues no. Si esta es la razón principal (y es así, los sentimientos religiosos a casi nadie importan, ¿oís escándalos cunado alguien quema una Biblia?) la quema de coranes es algo a observar y nada más. Y si a alguien le molesta, que no mire. 

1 comentarios:

Conrad López dijo...

Pues no, no parece que la quema de libros del Nuevo Testamento sea motivo de escándalo:

http://www.haaretz.com/news/orthodox-jewish-youths-burn-new-testaments-in-or-yehuda-1.246153