Se llamaba Marcela de Jesús

En una ocasión leí a Savater explicar la imposibilidad de un debate con los batasunos. Explicaba que si debía comenzar a debatir por qué no se debe matar a otra persona, lo encontraba todo innecesario (por inútil) y sobre todo cansino. Anoche leyendo e intentando debatir con un estimable bloguero, terminé dándome cuenta que el debate era imposible. Se hablaba sobre los derechos de un embrión. Justificaba él la doctrina que sostiene la ausencia de derechos de un embrión humano. En el debate llegó un momento en el que al citar yo el caso de los niños anancefálicos (nacen sin cerebro o con una mínima expresión de él) sostuvo Luis que carecen de derechos, que no son humanos al faltarles lo que les dota de humanidad (pues niega la existencia de eso que denominamos ALMA). Que alguien de quien tengo una gran opinión sostenga convencido algo así y (por su trayectoria) considerándolo una persona honesta, inteligente y lejos de cualquier ideal eugenésico, me revolvió por dentro y me dejó tocado. He pensado mucho en el tema durante el día. No tanto sobre qué argumentar, sino en cómo es posible que se de un caso así, cómo hay quien pueda estar ciego a la humanidad de alguien.

En internet he encontrado algo que casi había olvidado, el caso de una niña anáncefálica brasileña, una niña que no murió en el parto o a las pocas horas como habían pronosticado los médicos (como tantas veces más preocupados por cercenar una vida como esa que por ayudar a salir adelante, hasta donde lleguen, dos vidas humanas), no, una niña que vivió un año, ocho meses y doce días y que pese a las inmensas dificultades respiraba, comía y al no notar el contacto materno lloraba. ¿Era ese bebé consciente de sí mismo? Pues ni lo sería ni estaría capacitado para ello, pero era sin duda un ser humano y negarle dicha condición me entristece profundamente. No es tan sólo una cuestión de empatía (no hacia los padres, sino hacia dicha criatura) es una cuestión de principios; si no todo lo nacido de mujer es un ser humano, lógicamente podrá alguien negar la humanidad de gente basándose en otros conceptos de tan dudosa valía y se instalará la pureza racial.


10 comentarios:

Florecilla Silvestre dijo...

Me enternece ver a una primate arrastrando durante semanas el cadáver de su cría por instinto. Pero la cruda realidad es que su cría ha muerto aunque ella no lo pueda o no lo quiera comprender. De la misma manera, esa madre que ha dado a luz a un bebé anencefálico se merece nuestras simpatías pero en este debate estamos hablando de reconocerle la condición de persona a un ser que carece de la posibilidad de serlo al no tener las estructuras biológicas que soportan ser persona. Estamos hablando de meter en el maco a madres y doctores y obligar a parir a un ser vegetal. En un caso extremo y con la ley en la mano, obligar a una niña violada a parir un feto inviable. Ya sé que suena abyecto: porque de hecho lo es.

Pero esta vez te has pasado tres pueblos, al recurrir al concepto de ALMA (así con mayúsculas, como lo has puesto) para aplaudir que el estado obligue a parir fetos muertos. Con el objeto de salvar tu ALMA (sic) te ruego que dejes de mentirnos a los demás y lo que es peor a tí mismo y abraces la verdad esa que hace libre. Esto es que te identifiques públicamente como conservador y cristiano y dejes de escudarte cobardemente tras el palabro "liberal". Es una exhortación que hago no tanto por una cuestión moral sino por vergüenza ajena: ¿de verdad crees que no hemos leído tus palabras y visto el crucifijo a la entrada del blog? ¿de verdad crees que nos tragamos que el liberalismo propugna la obligación de parir fetos inviables y que tú eres liberal? Tu querencia por el sacramento de la comunión te nubla la vista y quieres hacernos comulgar al resto con ruedas de molino. No cuela

Fran dijo...

Con respecto al comentario 1:
¿Ahora ser creyente o defender la vida es incompatible con ser liberal?

Mira chaval, aquí los que no cuelan son los liberales de pura raza que vais expediendo el carnet de pureza ideológica.

El final de tu comentario tiene un aire a "autocrítica" de célula de partido que tira para atrás. Chaval, parece que estás en plena purga de falsos liberales. Relájate. Y si ver un crucifijo ya te pone nervioso, tienes muchas opciones totalitarias donde te vas a encontrar muy a gusto.

Y a esos les encanta eliminar disidentes.

Luis I. Gómez dijo...

Gracias Rojobilbao por lo que implica este post. Saber que, a pesar de lo mucho que distan nuestras posturas en este tema, seguimos respetándonos me halaga y te honra.
Intentaré seguir explicando mi postura, que no creo incompatible con la fe en la trascendencia del ser humano. Pero claro, eso sí que es una creencia mía, no un hecho.

rojobilbao dijo...

Florecilla silvestre intentaré responder varias cuestiones:

Me parece absurdo lo que de tu comentario se desprende, esto es, que negar no sólo los derechos sino incluso la humanidad de seres vivos nacidos de mujer es de liberales mientras que sostener dichos derechos y más aún su carácter totalmente humano es de conservadores. No hace falta ser (o sentirse) liberal para ver que lo que se desprende de tu comentario es ABSURDO. Los liberales ni van ni han ido por ese camino nunca.

Por otra parte parece que imposibilitas la pública defensa de la fe y la defensa de su urdimbre en la vida con el liberalismo. Bueno, yo no lo veo así, ni todos aquellos que defienden a la escuela de Salamanca, clérigos todos ellos de mucha fe. Cuando consideras tan cierto y real como que vives que Dios existe y que la iglesia fundada por Cristo es sostenida por el Espíritu Santo, vivir como si no fuera así, porque otros no lo perciben igual no es lógico. Evidentemente si eres tan católico como liberal (cada uno trata un campo fundamentalmente) no defenderás teocracias ni impondrás normas de moral, pero cuando el derecho natural (que defiende el liberal) sea atacado y coincida dicho quebrantamiento con el incumplimiento de una norma divina es evidente que el liberal-católico dispute con mayor tesón.

Mi referencia al ALMA (en mayúsculas) viene determinado por mi deseo de dejar claro que nuestra autoconsciencia no es lo único que nos convierte en hombres, en personas dotadas de una dignidad máxima y defendible. No espero que la gente crea en su existencia, pero tampoco aplaudo que se limiten los derechos de los seres humanos a aquella capacidad con la que el humano no nace, sino que desarrolla.

Respecto al crucifijo, además de ser una obra de arte y embellecer el blog, tiene la misma finalidad que mi defensa (como no fumador) de la libertad de cada cual a permitir el consumo de tabaco en su establecimiento. A quien no le guste el crucifijo, que no mire, pero no hagamos como que la historia no ocurrió, o que la sociedad es mayoritariamente católica o que España, sin el cristianismo es inexplicable. Me defiendo de los liberticidas como me place y como es mi casa, basta con no mirar para no sentirse ¿molesto? agobiado? ¿insultado?

rojobilbao dijo...

Luis: si tu escrito lo hubiese leído en el blog de cualquier otro, habría pasado de ello, pues para ofender o molestar (siquiera inquietar) se debe tener un nivel intelectual y una honradez personal. Como en tu caso ambas cosas se dan, me sentí en la necesidad de digerirlo en voz alta.

Florecilla Silvestre dijo...

Haceos los ofendidos cuanto querais. Pretended que quiero secuestrar el concepto de liberalismo porque me río de vuestra pretensión de obligar a parir fetos muertos. Pretended que mi objeción a que un católico conservador se proclame "liberal" sin ningún sonrojo es que cuelga un crucifijo en el blog de su propiedad. Cerrad los ojos, apretadlos y pensad con todas vuestras fuerzas que sois "liberales". Si lo deseais de verdad, lo sereis con independencia de vuestras ideas. ¿Pues no basta la fe de un grano de mostaza para mover una montaña?

Anónimo dijo...

Hola rojobilbao, lo que siempre se puede es rezar mucho precisamente por los más cerriles, también quiero invitaros a visitar un buen blog donde madurar la fe mediante la formación y catequesis adulta, mistagogia de la liturgia, pensamiento teológico, vida espiritual y aliento para la santidad.

Un saludo.


http://corazoneucaristicodejesus.blogspot.com/

rojobilbao dijo...

Florecilla, a tu primer comentario he respondido con argumentos, tu nuevo comentario es una muestra de que me tomas por gilipollas. Si quieres debatir, no problem. Para tratarme de gilipollas, no comentes, gracias.

Daniel Ballesteros dijo...

Buenas rojo:

El derecho a la vida tiene unos fundamentos y contenido diferentes en el liberalismo y en el cristianismo. Lo mismo sucede con el concepto de libertad... es que simplemente son antropologías distantes años luz, una racionalista y otra basada en la Revelación.

Por ello no es posible la comprensión mutua y ese es el puerto al que considero te acabará llevando la experiencia en el trato con liberales de libro.

Un abrazo.

rojobilbao dijo...

Daniel, no veo yo la imposibilidad de la comprensión. Si yo (y tantos otros) me considero sin rubor ambas cosas, ¿por qué no puedo entenderme con tantos que no son o liberales o católicos? Para una correcta comprensión necesitaremos más bien un sustrato cultural homogéneo y buena voluntad, poco más.