Óptica Libre

Los usos de un cuchillo de carnicero son varios. Dos fundamentales. El primer uso es el de cortar la carne de un animal muerto, y es un uso totalmente profesional. El segundo uso probable es el de clavárselo a un enemigo y causarle heridas mortales. Por eso, cuando entro en una carnicería y veo a un señor de aspecto fiero, con una bata ensangrentada, afilar un cuchillo más largo que mi antebrazo; ni me preocupo, pero cuando me cruzó con un tipo malencarado, con el cuchillo en la mano, en una calle desierta, una noche de invierno; tiembla todo mi ser.

Según el tratado de no proliferación nuclear, la exclusividad de la posesión de armas nucleares de 5 estados firmantes suponía el permiso para el resto a un desarrollo de la energía nuclear con usos “civiles” (Borja Bergareche dixit). Pues bien, Irán apela a ese derecho, y lo hace su presidente Mahmoud Ahmadinejad, para algunos secuestrador de norteamericanos en Teherán, y para todos un peligro para la seguridad. ¿Debe este señor disponer del material con el que fabricar bombas atómicas? ¿Puede Israel permanecer quieto o limitarse a “dialogar” con estos dirigentes?