Con esos dirigentes...

Yo no optaría por hacer alianza alguna, señor presidente.

Palestina de nacimiento y cristiana de religión son los dos peajes que Janan Harb tuvo que pagar con un ostracismo involuntario y varios abortos obligados del que, según su marido, sería un "pequeño Arafat", a fin de mantener su condición de esposa del difunto rey Fahd de Arabia Saudí.

"Quedé embarazada a finales de 1968, a mediados de 1969 y a finales de este mismo año. En cada uno de estos embarazos, él me obligó a abortar", revela Harb. "Dos de los abortos -añade- los tuve en el hospital y el tercero lo sufrí en una clínica cuyo anestesista no era muy bueno, por lo que fue agónico. Creí que iba a morir".

más aquí.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

He ido al link indicado y la verdad es que esta mujer sabia donde se metia.¿No?Le habria salido mejor vender su cuerpo una temporada o bien no mezclarse con este sujeto en absoluto.

Anónimo dijo...

Seis semanas después, en presencia del padre de la novia, Fahd pidió su mano: "Me dijo que quería casarse conmigo, pero que se haría en secreto, me tendría que convertir al Islam y que no tendríamos hijos", incidió Harb.

rojobilbao dijo...

que no tendríamos hijos...

De manera que pondrían remedios para no quedarse embarazados, no que fuesen a obligarle abortar. Es un crimen obligar a otro a bortar anónimo atolondrado.